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Introduccion I Objetivos generales del Plan Estratégico
Objetivos generales del Plan Estratégico
Una planificación estratégica no constituye un recetario con la solución a todos los problemas de la economía y de la sociedad; más bien se traza de esbozar el conjunto de objetivos a los que quiere dirigirse el esfuerzo común de la ciudad, con el ánimo de construir conjuntamente el futuro deseado para la evolución y desarrollo de la misma.
Con un horizonte de medio y largo plazo, este Plan Estratégico pretende definir políticas, que aprovechando las fortalezas y oportunidades de la ciudad, actúen sobre su estructura económica y social y sobre su capital humano, de forma que se superen las actuales debilidades y amenazas y se mejoren las tasas de bienestar del conjunto de los melillenses.
En este contexto, como objetivos generales del plan, se proponen los siguientes:
- Modernizar la ciudad para garantizarle un futuro como metrópoli emergente, próspera, diversificada económicamente, conocida y reconocida internacionalmente por sus valores multiculturales y por su alta calidad de vida y con un sólido futuro como enclave europeo en el norte de África.
- Fomentar un crecimiento económico sostenible en un espacio de mutua cooperación y beneficio entre España, el resto de la Unión Europa y su entorno inmediato.
- Fortalecer un tejido empresarial competitivo que, junto al crecimiento de las empresas ya existentes, permita atraer inversiones y nuevas empresas que fomenten el empleo en la ciudad.
- Crear unas modernas infraestructuras, en especial en todo lo referente al sistema de transportes y comunicaciones y a la sociedad de la información.
- Fomentar el desarrollo social de los habitantes de la ciudad, mediante:
- La mejora de la cualificación de su capital humano
- La reducción de la tasa de desempleo y el aumento de la tasa de ocupación
- La mejora de la cohesión social entre los diversos colectivos.
- La mejora de los índices de bienestar (sanidad y salud, educación, cultura, deporte, seguridad ciudadana, integración de colectivos específicos, etc.).
- El respeto al medio ambiente.
- La implantación de una red de servicios sociales integrada con el resto de sistemas de bienestar (educación, sanidad, empleo, vivienda).
- Implementar un mayor desarrollo de la formación tanto en las enseñanzas medias y básicas como en las profesionales y universitarias.
- Reforzar la capacidad institucional de la administración pública de la ciudad, para mejorar la gestión ofrecida a los ciudadanos en términos de eficiencia, eficacia, agilidad y proximidad.
Dichos objetivos serán desarrollados mediante una estrategia consistente, flexible y sostenible dirigida en último término a proporcionar notoriedad y singularidad a la ciudad, anticipando los desafíos económicos y sociales de Melilla en una proyección temporal de 10/15 años.
Las medidas propuestas deben dirigirse a superar los grandes retos que tiene planteados la ciudad, en particular:
- El inherente problema de comunicaciones con el exterior, para aprovechar las ventajas que supone su situación geográfica y la disponibilidad de un clima excelente.
- Las previsibles repercusiones de los cambios económicos y aduaneros que se están llevando a cabo en su entorno, tras la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio entre la Unión Europea y Marruecos y el progresivo desarme arancelario del país vecino frente a la Unión Europea y terceros países.
- La necesidad de promover una mayor diversificación de la actual estructura económica melillense, fortaleciendo un modelo de organización competitivo que minimice y supere la posible pérdida de competitividad derivada de los cambios previstos en su entorno.
- Los retos ligados al crecimiento urbanístico, las necesidades energéticas, el tratamiento de residuos y la mejora del conjunto de las infraestructuras de la ciudad.
- Las deficiencias en la cualificación laboral de una población joven y en continuo crecimiento.
- La mayor integración social y cultural de la población.
- La optimización de la capacidad y el fortalecimiento de su régimen político-administrativo.
Y en definitiva la mejora de la calidad y esperanza de vida de los melillenses.
El Plan Estratégico aspira a constituirse en la carta de navegación para el futuro de la Ciudad, conjugando las oportunidades y amenazas a las que se enfrenta Melilla con las fortalezas y debilidades de la Ciudad.
En este contexto, el Plan Estratégico debe tener en cuenta y balancear estas dos fuerzas, de modo que sepa, de un lado, reconocer las potencialidades y limitaciones de Melilla y, de otro, aprovechar los desafíos y encarar los riesgos que plantea el entorno, tanto interno como externo.
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