Introducción I Antecedentes I Recursos Turísticos de Melilla
Situación Actual del Sector Turístico
ANTECEDENTES
Melilla es una de las ciudades históricas europeas del Mediterráneo, depositaria de un rico patrimonio histórico y cultural, que presenta un paisaje con rasgos característicos diferenciales por su situación geográfica en el continente africano. Este paisaje y patrimonio cultural representan un importante recurso turístico y un importante elemento diferenciador, respecto a otros destinos turísticos. Sin embargo, esta delimitación geográfica no le permite a la ciudad abordar determinados proyectos, a lo que hay que añadir el entorno próximo e inmediato que delimitan las actuaciones, en cuanto a las opciones y estrategias económicas a seguir.
La investigación y promoción del turismo en Melilla no ha estado muy desarrollada. La tradicional especialización militar, administrativa y comercial de la ciudad norteafricana, junto con las dificultades de comunicación y una imagen castrense absolutamente alejada del turismo, explican el desarrollo tardío de este sector. Sin embargo, a lo largo de la década de los 60, se construyó el Parador nacional de Turismo, el Auditorio Carvajal, la Estación Marítima, el Paseo Marítimo y, finalmente, en 1969 se inauguró el Aeropuerto. Éstos pueden considerarse los inicios de la actividad turística melillense, centrada en un principio en la explotación de su patrimonio militar y modernista.
Debemos señalar que siempre ha existido un flujo turístico singular en la ciudad que se basaba en un turismo de negocios, el cual se inició con las compras de productos sin impuestos y que se habiéndose reducido en los últimos años a las visitas de comerciales y personas de negocios. También existía una entrada de turistas a través de los familiares que llegaban a la ciudad para asistir a las tradicionales juras de banderas, lo que desapareció en el año 2000 con la profesionalización del ejército.
Si bien hasta fechas recientes, no más allá de diez o quince años, cuando se produce una fractura muy evidente en la economía de la ciudad, que obligó a la iniciativa pública y privada a diversificar la estructura económica. En los últimos tiempos, las distintas administraciones y organizaciones de la ciudad han llevado a cabo diferentes iniciativas en apoyo y desarrollo del turismo en diferentes ámbitos. Estos acuerdos se han realizado, en un principio, sin la adecuada coordinación y enfoque de gestión global del turismo, de forma que favorezcan el rendimiento adecuado de todos lo esfuerzos.
Así, para la mejora de la competitividad turística de Melilla y de la sostenibilidad económica de la ciudad, en el año 2003 el gobierno aprueba un Plan de Dinamización Turística, el cual se concretaría en la realización de actuaciones con los siguientes objetivos:
- Mejora del medio urbano y natural del municipio.
- Puesta en valor de recursos turísticos.
- Creación de nuevos productos.
- Articulación de los recursos, servicios y oferta turística como producto y su integración como destino.
- Creación de órganos de cooperación y coordinación para la gestión del turismo.
- Estudio y diseño de políticas y estrategias de producto, precio, promoción y comercialización.
- Fortalecimiento e integración del tejido empresarial.
- Sensibilización e implicación de la población y agentes locales en la dinamización turística y la cultura de la calidad.
- Integración del destino en redes que agrupen a otras con ofertas turísticas similares.
En el Plan de Dinamización Turística de la Ciudad de Melilla se comprometen tanto el Ministerio de Economía, la Viceconsejería de Turismo de la Ciudad de Melilla y la Cámara de Comercio, Industria y Navegación. Por su parte la Viceconsejería de Turismo de la Ciudad Autónoma y la Cámara de Comercio pretendían como objetivo general el fomentar y apoyar la creación de empleo en su ámbito territorial en torno al desarrollo turístico, de forma que éste desempeñe el papel, directamente y por sus interrelaciones con los demás sectores económicos, de uno de los pilares básicos del Producto Interior Bruto de la Ciudad Autónoma de Melilla.
Para conseguir este efecto, los fondos disponibles deberían distribuirse entre actuaciones que permitan introducir mejoras que repercutan sobre la totalidad del destino, fácilmente apreciables por los turistas y los operadores turísticos. Debe realizarse un esfuerzo de equilibrio entre los grandes proyectos que añadirán al programa un carácter emblemático, pero que por su coste condicionan la realización de otros proyectos, y aquellos de menor envergadura que si bien no tienen este carácter referencial pueden tener una mayor repercusión en la calidad del conjunto del destino y un mayor número de usuarios.
El Plan debería buscar un efecto de activación del conjunto del destino lanzando un mensaje al empresariado de que existe un compromiso público con la actividad turística y merece la pena invertir. Se trata de conseguir una dinamización de todos los agentes de la zona, un compromiso a largo plazo con el destino, para que una vez finalizado el plan continúen las actuaciones públicas y las inversiones privadas en modernización y creación de oferta y servicios complementarios.
El principal problema que plantea el desarrollo del turismo en la Ciudad de Melilla es la escasez de unidades alojativas que en cierta medida en los últimos años ha mejorado, sin embargo no ha ocurrido lo mismo con las infraestructuras de comunicación y transportes que siguen siendo demasiado costosos, tanto para los turistas como para los residentes. También es necesario mejorar las ofertas de ocio.
En lo referente al turismo cultural se intenta mejorar el producto turístico-patrimonial mediante la rehabilitación de fachadas de edificios del ensanche modernista, así como su iluminación y la recuperación de edificios casi desahuciados por su aspecto ruinoso. Así mismo se ha rehabilitado la ciudadela antigua con un importante proyecto arquitectónico que mereció el premio Europa Nostrum. Sobre patrimonio histórico artístico de Melilla profundizaremos en otro apartado de este diagnóstico de la ciudad.
En cuanto a las actuaciones de comunicación han sido y siguen siendo uno de los aspectos más destacados, la gran inversión realizada en márketing mediante el intento de creación de una marca turística, la edición de folletos, carteles, las inserciones publicitarias en prensa y televisión, etc., pone de manifiesto su configuración como uno de los objetivos para dar a conocer a la ciudad como un destino turístico tanto cultural y de litoral. Así mismo se han creado páginas web promocionales de la ciudad y se han organizado eventos como la Semana Náutica de Melilla con el fin de dar a conocer la posibilidad de poder realizar actividades deportivas.
Sin embargo no se ha conseguido crear una conciencia turística en la población residente que ve con escepticismo la llegada de turistas. Como así se ha visto en la encuesta realizada a la ciudadanía en la cual el 12,12% ve la situación del turismo como muy desfavorable, el 29, 4% cómo desfavorable y menos de la mitad de los encuestados encuentran normal las condiciones del sector. Así mismo sólo el 9,37% sitúa al turismo como uno de los motores económicos de Melilla.
Se necesita así mismo una recualificación de los recursos humanos tanto en el sector hotelero como en la hostelería, pero sobre todo, y éste es el obstáculo principal para el desarrollo del turismo, es necesario una mejora en las comunicaciones de la ciudad y una bajada de las tarifas en el transporte.
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